¡ÉCHAME LA SAL!

¿Qué dice esta frase? Nada bonito, ¿cierto?

Sígueme leyendo y al final verás cómo solas nos echamos la sal.
Seguramente tanto tú como yo hemos oído hablar de lo que la sal en exceso puede hacer en nuestro organismo.

Hoy quiero mostrarte su lado amable, platicándote de las bondades que la sal de mar tiene para nuestra salud y belleza. ¿Comenzamos?

No es algo que me haya sacado de la manga. Numerosos estudios lo avalan y déjame y te cuento que lo tengo más que comprobado.

Pues bien, estos son algunos de sus beneficios: sistema inmunitario fuerte, alcalinización, pérdida de peso, enfermedades cutáneas, asma, salud cardiovascular entre otras. Casi nada, ¿verdad?

Y por si esto fuera poco, la sal marina es un excelente exfoliante y desinflamante natural. ¿Alguna vez has caminado descalza o descalzo en la arena del mar? ¿Has notado cómo se suavizan las plantas de los pies? ¡Una verdadera delicia!

Pero espera. Esto es solo una mínima parte. Lo que la sal de mar hace por nuestras manos y pies cansados e inflamados no tiene precio. Checa esto:

Alivia el estrés y tensión de los pies.
Da frescor y vitalidad a las extremidades.
Pone freno a los problemas de sudor y mal olor de los pies.
Suaviza en extremo durezas y callosidades.
Mejora la protección de uñas de manos y pies haciendo que tu manicura y pedicura luzcan increíbles.

Y si a esto le agregamos un riquísimo masaje en nuestro Spa Ayurvédico, ¡no, bueno!, lo que yo te diga es poco. ¡Tienes que probarlo! Así que… ¿Cómo ves? ¿Nos echamos la sal?