TENGO MANITA, NO TENGO MANITA

¡DEJA Y TE CUENTO!
Tengo manita, no tengo manita.
“Todo lo que es hecho, todo lo humano de la tierra, es hecho por manos.”
Publio Siro

Una vez leída esta frase tan elegante entremos a lo nuestro.
Hoy te voy a platicar sobre el manicure Y DEJA Y TE CUENTO lo que aprendí.
La palabra manicure o manicura está compuesta de los vocablos latinos ” Manus” mano y ” Cura”
cuidado, es decir el cuidado de nuestras manos. Hoy en día es un básico indispensable en nuestra rutina
de belleza. ¿Conoces su historia? Yo no la conocía. Me puse a investigar y te la paso al costo.

El arte del manicure tiene una historia muy antigua. Hoy en día el cuidado de nuestras manos incluye el
cuidado de la piel y las uñas, tratamientos específicos, técnicas de pintados especiales etc. etc.
Y todo esto, ¿cuándo inició?

Todo empezó más o menos hace 3000 años, cuando el pueblo chino y egipcio cubrían sus uñas en tonos
brillantes para demostrar que no pertenecían a la clase trabajadora. Ésta, la trabajadora, la llevaban al
natural.

¿Se imaginan a Cleopatra con todo su glamour y sin arreglar sus uñas? ¡Pues no! Ella usaba henna para
pintarlas. Ya saben, antes muerta que sencilla.

En el lejano Oriente (exacto de donde eran los Reyes Magos), alrededor del siglo XVIII, un sinónimo de
poder y riqueza era llevar las uñas largas, pintadas de color oro, plata y rojo brillante.
En el siglo XIX la moda eran las uñas puntiagudas, en forma de óvalo y con puntas muy finas. Las
mujeres ponían en sus uñas aceites aromáticos y sus esmaltes eran muy claros y naturales.
En 1830, gracias al Dr. Sits, llega una gran compañera de las uñas: la lima. La cual se hizo del palo del
árbol del naranjo, que empezó a utilizar en las uñas de sus pacientes. Años después, su nieto, introdujo
al mercado un tratamiento entero de cuidado para las uñas, comenzando a industrializarse en Estados
Unidos.

Cuando vemos nuestras manos lindas y nuestras uñas arregladas, ¿cuándo nos íbamos a imaginar lo que
hay detrás de todo esto?
¿Tú sí? Yo no. Estoy aprendiendo.

Y por fin llegan, en el siglo XX, los colores vivos y brillantes en los esmaltes de uñas. Eran usados por las
clases populares, mientras que los colores claros y perlados se reservaban para las clases más pudientes.
Definitivamente en gustos se rompen géneros.

¿Te gustan las uñas brillantes? Brillantes serán.
¿Te gustan los colores claros? Uñas claras tendrás.
Tan cierto es lo anterior que Coco Chanel introdujo la uña corta y colores fuertes en las clases sociales
acomodadas. ¡Uy qué escándalo!

Tú arregla tus manos y pinta tus uñas como quieras y te guste. Eso sí, te recomiendo lo hagas con un
profesional del tema para evitar riesgos en la salud de tus manos y uñas.
Y aquí vamos con otros grandes aliados: El quitaesmalte, las uñas postizas y los fortalecedores. Esto fue entre los años 1930-1940.

En los años 50’s la tendencia era el color rojo pintadas con media luna.
En los 60’s los colores predominantes eran el azul y el verde para apoyar el movimiento hippie.
En los años 70’s la moda era llevar manicura francés (el cual llegó para quedarse ¿no crees?)
Ya el largo de la uña era al gusto y la necesidad de cada quien.

¡Y que llegan los colores neones! Fue en los años 90’s cuando se pusieron de moda estos colores.
Y así, en los últimos años hemos visto de todo: Nail art, Esmaltado permanente, Gel, Porcelana, Acrílico.
Todo tipo de técnicas e infinidad de colores.
Hasta aquí hemos visto como unas uñas lindas, hacen ver a nuestras manos lindas.
Pero ahí no para el asunto…

¿Qué pensarías si además de tener unas uñas lindas, arregladas a tu gusto, consentimos a tus manos?
¿Te has puesto a pensar lo que las manos dicen de nosotras y la cantidad de uso que les damos?
Creo, por no decir todas, las personas hablamos con las manos. Si a mi mamá se las amarran ¡se
quedaría muda!

¿Cómo consentirlas y darles el cuidado que merecen?
Ahí te va….

Además de la manicura lo que nuestras manos necesitan y nos lo piden a gritos es UN RIQUÍSIMO
MASAJE; sí, así con mayúsculas, subrayado y, además, utilizando la técnica Ayuverda, dejando nuestras
manos suaves, relajadas descansadas y aparte hermosísimas.

Si tú cómo yo te quedaste de a cuatro y pensaste la técnica ¿qué? Pues te tengo noticias. No me
pierdas la pista y te platicaré de lo maravillosa y sorprendente que es la medicina Ayurvédica. 
¿A verdad? ¿Pensaste que eso era todo? Pues fíjate que no.

Como estamos en el mes de la generosidad y no me gusta quedarme atrás, seré muy generosa y muy
pronto te platicaré cuándo y dónde le podrás dar ese agasajo, no sólo a tus manos, sino también a tus
pies, tu cuerpo y tu mente.

Nos lo merecemos, ¿no crees?

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¡DEJA Y TE CUENTO!
Mónica del C